Todo se transforma / Jorge Drexler

Nada se pierde, todo se transforma canta Jorge Drexler quien se explica antes parafraseando al químico Lavoisier... en un sistema cerrado nada se crea, nada se destruye, todo se transforma... Esta es una canción preciosa, cíclica, enigmática como una lagartija mordiéndose la cola. Este encuentro se lo debo a los tesoros que aportan las llamadas donde nos dejamos caer durante horas y horas colgados como dos computadoras con alguien que tiene una sonrisa que susurra cada vez que la ves... viviló.



Versión del álbum Cara B (fragmento)

Todo se transforma

Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.